Te quiero yo
Y si regresamos hace un tiempo atrás...
Lo difícil no fue dejar de quererlo a él, lo realmente complicado fue empezar a quererme a mi...
Con todo el dolor y lagrimas en mis ojos, nada en esta vida pudo haber sido más doloroso. Dicen que cuando perdemos a alguien, es necesario el tiempo de duelo, pero para algunas personas ese tiempo se vuelve una vida, tú vida, porque así como aprendiste a caminar, leer y escribir, aprendí a despertarme y verte a mi lado, ahora viene a alguien a decirme que debo olvidar cómo caminar, cómo leer, cómo respirar?.. Día a día aprendí a levantarme siguiendo una rutina de no hacer nada, lo cuál me llevo a sentirme en soledad absoluta, me sumergí en las aguas de la desesperación y quería mantenerme ahí de por vida, lo más relevante en mi tiempo era aparentar, porque jamás he querido molestar e incluso es mejor, evitas preguntas y respuestas que no tienes, ni tú misma sabes qué tienes, solo sabes que te lo mereces. Para quien se ha sentido así o aun esta ahí, sabe claramente que nadie puede saber nada, nadie en este planeta va a entender tu dolor ni siquiera alguien que lo este viviendo porque jamás se lo dirías, y si algo esta claro, es que tenemos que buscar algo en que desahogarnos, ahora la pregunta será ¿QUÉ HICE YO? ; En su momento no lo relacione, pero ahora es lo más obvio: centre toda mi atención en querer a alguien de una manera enfermiza y ciega, donde solo yo tenía la culpa de sus errores. Jamás lo culpare a él, cada quien tiene sus problemas que enfrentar y quiera o no algún día le tocará. Como es de esperar, él también me dejo y eso me derrumbo más, por momentos sentí ese típico sentimiento suicida ¿Para qué voy a vivir? ...
Fueron muchos días iguales, uno tras otro, donde solo ves color negro y gris pero tú sonrisa quebradiza sigue ahí, logre que todos me creyeran pero yo no me podía engañar. Si busque, realmente trate salir de ahí pero las fuerzas oscuras te atan porque de cierta manera tú alma ya deja de ser tuya, no tienes control sobre ella, cuando creía estar bien volvía al mismo hábito. Y así fue cómo mis nervios me dominaban y no se imaginan el esfuerzo que debía hacer para no reventar con un grito de él, porque sí... Tuve un nuevo hombre en mi vida.
Estuve en el borde del abismo, a punto de caer en la locura, pero un día fue un diferente, un día me canse de despertar llorando y amanecí rara, esa rareza que se conoce como felicidad, se puede decir que toque fondo muchas veces y ninguna me hizo cambiar, solo que esta vez decidí dejar de sufrir y no tengo un por qué.
Capaz continué o tal vez no...
Lo difícil no fue dejar de quererlo a él, lo realmente complicado fue empezar a quererme a mi...
Con todo el dolor y lagrimas en mis ojos, nada en esta vida pudo haber sido más doloroso. Dicen que cuando perdemos a alguien, es necesario el tiempo de duelo, pero para algunas personas ese tiempo se vuelve una vida, tú vida, porque así como aprendiste a caminar, leer y escribir, aprendí a despertarme y verte a mi lado, ahora viene a alguien a decirme que debo olvidar cómo caminar, cómo leer, cómo respirar?.. Día a día aprendí a levantarme siguiendo una rutina de no hacer nada, lo cuál me llevo a sentirme en soledad absoluta, me sumergí en las aguas de la desesperación y quería mantenerme ahí de por vida, lo más relevante en mi tiempo era aparentar, porque jamás he querido molestar e incluso es mejor, evitas preguntas y respuestas que no tienes, ni tú misma sabes qué tienes, solo sabes que te lo mereces. Para quien se ha sentido así o aun esta ahí, sabe claramente que nadie puede saber nada, nadie en este planeta va a entender tu dolor ni siquiera alguien que lo este viviendo porque jamás se lo dirías, y si algo esta claro, es que tenemos que buscar algo en que desahogarnos, ahora la pregunta será ¿QUÉ HICE YO? ; En su momento no lo relacione, pero ahora es lo más obvio: centre toda mi atención en querer a alguien de una manera enfermiza y ciega, donde solo yo tenía la culpa de sus errores. Jamás lo culpare a él, cada quien tiene sus problemas que enfrentar y quiera o no algún día le tocará. Como es de esperar, él también me dejo y eso me derrumbo más, por momentos sentí ese típico sentimiento suicida ¿Para qué voy a vivir? ...
Fueron muchos días iguales, uno tras otro, donde solo ves color negro y gris pero tú sonrisa quebradiza sigue ahí, logre que todos me creyeran pero yo no me podía engañar. Si busque, realmente trate salir de ahí pero las fuerzas oscuras te atan porque de cierta manera tú alma ya deja de ser tuya, no tienes control sobre ella, cuando creía estar bien volvía al mismo hábito. Y así fue cómo mis nervios me dominaban y no se imaginan el esfuerzo que debía hacer para no reventar con un grito de él, porque sí... Tuve un nuevo hombre en mi vida.
Estuve en el borde del abismo, a punto de caer en la locura, pero un día fue un diferente, un día me canse de despertar llorando y amanecí rara, esa rareza que se conoce como felicidad, se puede decir que toque fondo muchas veces y ninguna me hizo cambiar, solo que esta vez decidí dejar de sufrir y no tengo un por qué.
Capaz continué o tal vez no...
Esa fuerza que a veces nos levanta de un empujón. Las ganas de vivir y ser felices, intrínseca en el ser humano.
ResponderEliminarMe ha gustado.
Un abrazo.
Muchas gracias amiga, me has motivado a dar partida al siguiente capitulo de la historia, porque no todo en esta vida es ser infeliz! Saludos ♥
EliminarHay que sentirse con fuerza y luchar por vivir y ser felices. Un abrazo
ResponderEliminarDe caso en caso, pueden existir esas fuerzas, más no la voluntad porque las circunstancias sea como sea te obligan a seguir ahí, aprendes amar el echo de sufrir...
EliminarUn abrazo, te invito a unirte a mi circulo para que leas la continuación, gracias por tu comentario♥
Hermoso escrito.
ResponderEliminarmuchas gracias! ♥
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